🦠👨🏻‍💻☔️🥿🍼🥛

Hoy ha sido un duro día de trabajo, pero afortunadamente es viernes y viene el fin de semana (casero, obviamente, pero algo es algo).

Por la mañana no nos ha dado tiempo a salir, así que teníamos la esperanza de hacerlo esta tarde, pero a las 17:00 se ha puesto a diluviar y nos ha fastidiado el plan. Ha parado justo en el siguiente turno de salidas de esta desescalada, la hora de los mayores de 70.

Teníamos que comprar unas zapatillas para Mar (ya no le viene nada), y nuestra zapatería favorita se ha ofrecido a traérnoslas a casa. Apoyando el comercio local.

Me gusta mucho sacar a Mar de su rutina a veces. Es un poco cuadriculada, y cuando haces algo que no espera… no le gusta. Pues bien, teníamos todos los biberones sucios (ya estaban limpios, dentro del lavavajillas), y ella siempre después de cenar quiere que le prepare un biberón siguiendo la misma rutina:

  1. Lo tengo que preparar yo (no vale Madre Primeriza).
  2. Caliento la leche en un microondas que no gira desde hace años (tenemos otro, pero si es calentar líquido uso ese).
  3. En un vaso de cristal para luego echarlo al biberón.

Si no lo hago de esa forma, está mal y se pone nerviosa. Tanto que cuando me he ido de viaje, vigila que Madre Primeriza se lo haga exactamente así.

El caso es que le he dicho que no había biberones, y que hoy tenía que tomárselo en un vaso. Tras estar desconcertada unos minutos, explorar todas las opciones y… no sé qué más pasaba por su cabeza, al final ha accedido, y se lo ha tomado en un vaso.

Este puede ser el primer paso para dejar de tomar biberones (eso espero)