Sábado, día de limpieza y Panadera Primeriza. Mientras yo limpiaba los baños y aspiraba, Panadera Primeriza nos ha preparado unos bolletes de pan para hamburguesa y se encargaba de la cocina.
Eso sumado a unas hamburguesas buenísimas y un poco de guacamole… qué hambre me entra de pensarlo.
Hemos dormido fatal de nuevo, pero la siesta ha terminado de arreglarlo todo.
Hoy he salido yo con las pequeñajas, a probar el carro con su nuevo accesorio, el patinete. Antes me gustaba el carro y me parecía cómodo. Ya no. Será cuestión de acostumbrarse. Hemos llegado al paseo de la playa, y se la he enseñado a Neus, que aún no la conocía. No le ha hecho ni puñetero caso, evidentemente.
A la vuelta, Panadera Primeriza había preparado 19 magdalenas (para convertir en cupcake) «hummingbird», con plátano, piña y no sé que más; y también dos botes de granola casera, nuestro nuevo vicio.
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